El ejercicio consiste en hacer caminar a nuestro perro entre una serie de obstáculos sin tocarlos. El esfuerzo de concentración requerido hace de éste un magnífico ejercicio de estimulación mental, ideal para combatir el estrés y para perros mayores o convalecientes que no pueden realizar un exceso de ejercicio físico o no pueden salir mucho a la calle.
Cualquiera puede hacerlo, pero como todo, hay que procurar hacerlo bien para que sea un ejercicio estimulante, y no un nuevo foco de estrés para nuestro perro. ¿Cómo prepararlo? Situamos una serie de obstáculos (listones de madera, palos de fregona, ...) en horizontal vigilando que no estén a mucha altura (4 o 5 cms máximo), con una distancia entre ellos igual a la distancia entre los cuartos traseros y delanteros del perro. Con un premio guiamos a nuestro perro por el recorrido que le hemos preparado y les damos el premio al final de cada vuelta. Poco a poco eliminamos el factor "seguir nuestra mano" y les damos la chuche al llegar al final, pero sin haberlos guiado a ello (como en el vídeo de abajo). Habrá perros que para empezar a realizar el ejercicio necesiten que situemos un premio entre listón y listón.
MUY IMPORTANTE: no forzar al perro, cada perro necesita seguir su ritmo. Habrá perros que hagan muy bien el ejercicio a la primera y habrá perros que necesiten varios días para captar la idea. Siempre seguir el ritmo de aprendizaje del perro, porque al forzarles les estresamos y conseguimos el efecto contrario de lo que pretendíamos con el ejercicio.
Es importante también no alargar en exceso la duración del ejercicio. Si el perro empieza a tropezar o derribar listones es que está perdiendo la concentración y debemos poner fin al ejercicio por hoy. Dos o tres sesiones cortas son más beneficiosas que una sesión larga.
Beneficios de la estimulación mental en los perros
Un perro estimulado mentalmente no solo es un perro más sano y más feliz, sino que es un perro mejor preparado para enfrentarse a las diferentes situaciones del día a día. Un perro bien estimulado es un perro que piensa, que ha aprendido a resolver situaciones ofreciendo diferentes comportamientos y, por lo tanto, minimiza la imposición del instinto ante situaciones nuevas o imprevistas. Y esto evita muchas situaciones embarazosas y problemas del día a día.
En nuestro afán de querer que nuestros perros estén correctamente estimulados a veces nos pasamos y los sobreestimulamos y, por lo tanto, los estresamos. Encontrar el justo equilibrio no siempre es fácil por lo que, ante la duda, es conveniente consultar a un educador profesional.
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