Acoger un perro

Acoger o adoptar un perro es una decisión muy importante, no puede tomarse a la ligera ni de un día para otro. Constantemente vemos en las redes sociales avisos urgentes de perros o gatos que necesitan acogida o adopción con urgencia. Si bien es cierto que siempre son necesarios hogares definitivos y temporales para los animales que no han tenido mucha suerte en la vida, hay que tener en cuenta que los impulsos son parte del problema, pero nunca de la solución.

La compra de animales por impulso es una de las razones principales para el abandono de las mascotas. No podemos comprar, adoptar o acoger a un ser vivo sin haberlo pensado mucho porque es un cambio muy importante en nuestra vida y en la de quienes nos rodean. No es una camisa, no podemos devolverla o regalarla. Hay que tener en cuenta todo lo que la decisión de tener un nuevo miembro en la familia va a suponer, porque una vez que ha salido de esa situación de urgencia, de esa jaula, no podemos permitir que vuelva a ella.


  • Hay que mentalizarse porque la acogida puede durar meses
  • Hay que pensar en los gastos adicionales que supone. Incluso con la ayuda de las protectoras, el perro será tu responsabilidad.
  • El perro puede desarrollar problemas de conducta y romper cosas. Hay que armarse de paciencia y tal vez buscar un buen educador en tu zona.
  • Durante mucho tiempo el perro ha tenido una conducta higiénica inadecuada por estar encerrado en una jaula. Al principio será así y no se le debe reñir jamás. Poco a poco lo entenderá. 
  • Si nos vamos de vacaciones y nos llevamos al perro hay que informar a las protectoras. 
  • Si nos vamos de vacaciones y no nos llevamos al perro hay que valorar dónde se va a quedar porque puede que no le siente nada bien volver a una jaula (a ellos no les importa que en la puerta ponga residencia o perrera: es una jaula). Hay residencias muy familiares, pero no es fácil encontrarlas.
  • Si tenemos otros animales, antes de acoger o adoptar otro hay que valorar que efectos tendrá sobre nuestras mascotas: nuestra primera responsabilidad es para quienes ya están bajo nuestro cuidado. Si decidimos que es adecuado, hay que presentarles antes de ir a casa. Lo ideal es que se conozcan a lo largo de unos cuantos días en una zona neutra -un parque que ninguno de los dos tenga condicionado-.


Teniendo en cuenta esto, hay que decir que las acogidas son imprescindibles. No salvas una vida, salvas dos: la del perro que acoges y la del perro que puede entrar en la protectora. Hay muchos perros que se adaptan perfectamente a tener un amigo de acogida de vez en cuando, porque es una manera de socializar y de no estar solo. También es cierto que hay perros que pueden llevar bien unas cuantas acogidas pero, si no les dejas recuperarse entre una y otra, la siguiente la pueden llevar mal.

En cualquier caso, lo ideal es que ni las acogidas ni las adopciones sean fruto de impulsos. Habladlo, pensadlo e incluso contactar con un profesional que os ayude a escoger el perro que mejor se adapte a vosotros y a vuestros animales. Evitemos que los perros vuelvan a los cheniles una vez fuera de ellos.

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