Perros de jardín, perros de piso

A diario encuentro gente que me explica que le encantaría tener un perro pero que no puede porque no tiene jardín, que le parece cruel tener un perro en un piso. Es una conversación que he tenido mil veces y que no me cansaré de tener porque, si desterrásemos esa idea, igual podríamos ayudar a nuestros perros en más de un sentido: por el propio perro y por otros perros.

Los perros de jardín
Los perros son animales familiares. Está muy bien tener un jardín y que salga y juegue y guarde la propiedad, pero un perro que se pasa el día en el jardín puede terminar muy estresado, bien porque no descanse de su función de guarda o bien porque es terriblemente aburrido oler siempre el mismo árbol, la misma piedra y el mismo suelo. No hay nadie en ese jardín excepto yo, y ya me conozco. Es aburridísimo y puede llevar a nuestro perro a desarrollar problemas de conducta de todo tipo, entre ellos los obsesivos como perseguirse la cola, mutilarse, ladrar en exceso, escarbar... Con esto el perro no busca cabrearnos ahora que hemos arreglado el césped, sino el subidón a nivel interno que le saque de la monotonía de su vida.

Un perro de jardín tiene que tener una rutina adecuada de paseos y tiene que tener sus horas de estar con su familia. Simplemente estar, sin hacer nada, ni jugar ni correr ni nada. Sólo estar, tú ahí y yo aquí.

Los perros de piso
No hay ningún problema en que un perro viva en un piso, ninguno en absoluto siempre y cuando seamos conscientes de las rutinas que necesita nuestro perro. Aunque a decir verdad eso no difiere de los perros de jardín. Igual los paseos hay que planificarlos de manera diferente para atender a las necesidades de cada perro y a su situación, pero poco más. Hay perros que salen tres veces al día. La mía por ejemplo (una perra mitad mastín de 45 kgs que, sí, vive en un piso) sale cuatro, una de ellas es un paseo largo en el que tiene tiempo de hacer ejercicio y también hacemos trabajos de estimulación mental. Todo es organizarnos un poco y ser responsables.

Tanto para perros de jardín como para perros de piso, si tienes dudas busca un profesional que te ayude a identificar las necesidades de tu perro y a planificar su rutina. Pon un poco de tu parte y dale una buena calidad de vida a tu amigo peludo.

En definitiva, con este post quiero que la gente comprenda que si se quiere, se puede tener un perro. No es cruel tener un perro, sea del tamaño que sea, en un piso si el perro tiene bien atendidas sus necesidades físicas y mentales. No hay que tener un chalet para ello, y tener un chalet no significa que podamos hacer feliz a nuestro perro. Las rutinas y las necesidades son muy similares tengas la casa que tengas.

Y hay muchos, muchísimos perros que necesitan desesperadamente un hogar temporal o definitivo. Que no se mueran en una fría jaula porque no hemos sido capaces de organizarnos o por falsas ideas preconcebidas.



1 comentario:

  1. Buen artículo, aún me entristece oír a mucha gente decir eso de "si tuviera un patio tendría perro" sin pararse a pensar que el perro lo que quiere es, ante todo, compañía. Pero también ha de quedar claro que un perro, aparte de cariño, amor, compañía, también necesita estimularse tanto física como mentalmente y que no basta tener al perro en casa y dar tres paseos diarios, hay que aportarle un poco más.

    ResponderEliminar