Para reflexionar...

La educación sin castigos se basa en el condicionamiento clásico pero sobre todo se basa en los corazones y la ética de personas que no entienden porqué han de castigar a su mejor amigo si -por ejemplo- tira de la correa, que están convencidas de que hay otra manera de comunicarse con sus perros que la fuerza bruta y el "yo mando aquí". Gracias a todas esas personas por enseñarnos donde está el camino. Ahora depende de cada uno de nosotros seguir la dirección correcta.

"Los perros aprenden por asociación. Cuando damos un tirón de la correa para hacer que mantenga la posición de junto o para que deje de ladrar cada vez que ve a otro perro, nuestro perro asocia al otro perro con el tirón que damos de la correa y con el dolor que esto le produce. Cada vez se estresará más y más cuando vea a otro perro y cada vez con mayor rapidez activará sus mecanismos de defensa por el aumento del estrés. (...) Esto me lleva a pensar que no existe razón alguna o excusa para castigar, corregir, ser violento, amenazar, forzar o exigir en exceso a un perro. Si hago que mis perros se estresen, el estrés hará que se enfermen. Se volverán agresivos hacia otros perros o contra las personas con mayor facilidad, porque elevan sus defensas. Puede que al final lleguen a morder a alguien." Turid Rugaas, "El lenguaje de los perros. Las señales de calma".

"Uno de los muchos inconvenientes de apoyarnos en las correcciones y los castigos en la educación es que los comportamientos no desaparecen. Quedan latentes. El perro no los ofrece porque tiene miedo a nuestra reacción, pero en nuestra ausencia estos comportamientos vuelven a aparecer sin que él pueda evitarlo." Santi Vidal, artículo "Ansiedad por separación" para la revista Perros&CIA.

"¿Por qué bendita razón tratamos a nuestros mejores amigos como si fuesen nuestros mayores enemigos? ¿Por qué razon puede alguien considerar que un perro intenta dominar a su ama al comer primero, pasar antes por la puerta, disfrutar de la comodidad de los muebles, aplicarse en los juegos de fuerza, tirar con todas sus fuerzas de la correa o hacer sus necesidades en casa? Los perros no son políticos, no son maestros de la sutileza: son directos, viven el aquí y el ahora. Si un perro quiere dominar a su amo, lo hará de forma directa. Fin de la historia. (...) La dominancia es un concepto que encontramos en la etología tradicional y que hace referencia a la habilidad de un individuo para mantener o controlar el acceso a algunos recursos. No debemos confundirlo con el estatus." Barry Eaton, "Dominancia, ¿realidad o ficción?"

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